Hoy mismo las noticias relacionadas con fadesa en canarias y durante toda la semana pasada con su convocatoria de concurso de acreedores han tenido especial importancia para todos los que estamos relacionados con el sector inmobiliario, por su influencia sobre los clientes afectados y para el público en general.
Muchos de nuestros clientes nos piden consejo sobre comprar obra nueva o segunda transmisión. Además de que este es un debate tan antiguo como la propia actividad de compraventa de propiedades, la respuesta depende de cada situación particular y de las opciones que cada uno tiene en cuanto a recursos económicos, condiciones de ubicación, gustos, prioridades, etc. El asesoramiento tiene que ser personalizado, en cuestiones de esta importancia, lo que le funciona a una persona, no tiene que ser la mejor solución para otra. De lo que sí hemos estado siempre convencidos y así lo hemos transmitido, es de que, desde el punto de vista económico, no tiene por qué ser más rentable comprar obra nueva que segunda mano.
Hay quienes piensan que porque en obra nueva empiezan pagando unas pequeñas cantidades y después se subrogan a un préstamo hipotecario preconcedido, sin apenas esfuerzo, es más rentable que “pagar todo de golpe”, olvidando la SEGURIDAD, que es un concepto que interviene en la fórmula de la rentabilidad. Comprando vivienda usada se obtiene desde el primer euro, una vivienda hecha y lista para entrar en posesión de la misma. Incluso ahora, que mucha obra nueva se vende ya finalizada, comprobamos en muchas ocasiones que la documentación (cédula de habitabilidad, cargas registrales, IBI, etc), no está completa.
Estamos hablando todavía del concepto de rentabilidad, si además tenemos la mala fortuna de que nos coincida una situación complicada en lo económico, financiero, garantías, avales, solvencia, etc, nuestro consejo es extremar la prudencia (no el alarmismo) y el sentido común.
Muchos de nuestros clientes nos piden consejo sobre comprar obra nueva o segunda transmisión. Además de que este es un debate tan antiguo como la propia actividad de compraventa de propiedades, la respuesta depende de cada situación particular y de las opciones que cada uno tiene en cuanto a recursos económicos, condiciones de ubicación, gustos, prioridades, etc. El asesoramiento tiene que ser personalizado, en cuestiones de esta importancia, lo que le funciona a una persona, no tiene que ser la mejor solución para otra. De lo que sí hemos estado siempre convencidos y así lo hemos transmitido, es de que, desde el punto de vista económico, no tiene por qué ser más rentable comprar obra nueva que segunda mano.
Hay quienes piensan que porque en obra nueva empiezan pagando unas pequeñas cantidades y después se subrogan a un préstamo hipotecario preconcedido, sin apenas esfuerzo, es más rentable que “pagar todo de golpe”, olvidando la SEGURIDAD, que es un concepto que interviene en la fórmula de la rentabilidad. Comprando vivienda usada se obtiene desde el primer euro, una vivienda hecha y lista para entrar en posesión de la misma. Incluso ahora, que mucha obra nueva se vende ya finalizada, comprobamos en muchas ocasiones que la documentación (cédula de habitabilidad, cargas registrales, IBI, etc), no está completa.
Estamos hablando todavía del concepto de rentabilidad, si además tenemos la mala fortuna de que nos coincida una situación complicada en lo económico, financiero, garantías, avales, solvencia, etc, nuestro consejo es extremar la prudencia (no el alarmismo) y el sentido común.
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