No nos referimos al “quiero” dicho por los agentes inmobiliarios, sino al “quiero” dicho por los propietarios de cualquier inmueble en la actualidad.
En el primer caso muchos vendedores-agentes utilizan la frase del título cuando se les propone alguna alternativa de asociación, cambio de métodos, o cualquier alternativa que implique inversión y/o cambio de modus operandi. Viene a ser una manera de decir “primero dime como vender ahora y después convénceme de lo que quieras”.
En el caso del vendedor-propietario se suele oir la frase como un paso previo a decir que cualquier vinculación contractual con el agente o la agencia la hará después de que se le lleve un comprador, es decir que tiene muy claro que para vender antes es mejor que compitan entre sí los agentes-vendedores. También con un poco de “suerte” trabajarán pero no le pagará a ninguno (a costa eso sí de explicar “su venta” muchísimas veces, cuando podría hacerlo una sola).
Si sumamos las dos fuerzas expuestas el resultado no puede ser otro que el que refleja la situación actual en general. A) desunión entre los agentes inmobiliarios y B) fustración entre los clientes que ven que pasa el tiempo y su propiedad sigue sin venderse, porque a la crisis se le suma la desunión de la fuerza de ventas, que se estorban unos a otros en lugar de cooperar.
Parece que necesitamos nuevas iniciativas y nuevos enfoques y desde aquí las apoyamos sin reservas, ejemplos de los que tomar nota serían: 1) la presentación por UCI y la revista INMOBILIARIOS del libro Sold el lunes pasado en Tenerife y 2) el artículo de Cesar Villasante, LA ORGANIZACIÓN DE LA INTERMEDIACIÓN INMOBILIARIA.
En el primer caso muchos vendedores-agentes utilizan la frase del título cuando se les propone alguna alternativa de asociación, cambio de métodos, o cualquier alternativa que implique inversión y/o cambio de modus operandi. Viene a ser una manera de decir “primero dime como vender ahora y después convénceme de lo que quieras”.
En el caso del vendedor-propietario se suele oir la frase como un paso previo a decir que cualquier vinculación contractual con el agente o la agencia la hará después de que se le lleve un comprador, es decir que tiene muy claro que para vender antes es mejor que compitan entre sí los agentes-vendedores. También con un poco de “suerte” trabajarán pero no le pagará a ninguno (a costa eso sí de explicar “su venta” muchísimas veces, cuando podría hacerlo una sola).
Si sumamos las dos fuerzas expuestas el resultado no puede ser otro que el que refleja la situación actual en general. A) desunión entre los agentes inmobiliarios y B) fustración entre los clientes que ven que pasa el tiempo y su propiedad sigue sin venderse, porque a la crisis se le suma la desunión de la fuerza de ventas, que se estorban unos a otros en lugar de cooperar.
Parece que necesitamos nuevas iniciativas y nuevos enfoques y desde aquí las apoyamos sin reservas, ejemplos de los que tomar nota serían: 1) la presentación por UCI y la revista INMOBILIARIOS del libro Sold el lunes pasado en Tenerife y 2) el artículo de Cesar Villasante, LA ORGANIZACIÓN DE LA INTERMEDIACIÓN INMOBILIARIA.
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